martes, 29 de diciembre de 2009

¡FELIZ AÑO 2010!

Así como no tengo por costumbre felicitar por Navidad sí me gusta hacerlo en vísperas de cada año nuevo.

Parecerá una tontería, pero, al tratarse de unos buenos deseos extensivos, pero al mismo tiempo acotados a un año, tengo la sensación de que, aunque muchos, todos se cumplirán.

Una rareza como otra cualquiera.

En cualquier caso, mi estado de ánimo todos los 31 de Diciembre suele ser el mismo: una mezcla de tristeza, por el período que se cierra, y expectativa infantil por el que se inicia. Ya sé que se trata de la sucesión temporal habitual pero el hecho de que oficial y popularmente sean días que cierran y abren años unido a mi naturaleza ordenada deben provocar en mí esos particulares y hasta cierto punto contradictorios sentimientos.

Este año, quizás por ser consciente de que “mi crisis particular” toca a su fin, estoy triste pero especialmente expectante, casi ilusionada, diría yo.

Imagino el nuevo año como una preciosa gran caja de la cual voy a ser capaz de sacar cosas que nunca antes me hubiera atrevido a imaginar.

Independientemente de lo que ocurra, me parece un pensamiento maravilloso, ideal para dar comienzo un nuevo año, ideal para dar comienzo una nueva etapa.

¡MIS MEJORES DESEOS PARA EL 2010!

lunes, 28 de diciembre de 2009

MI CRISIS PARTICULAR

Hay circunstancias en la vida que nos marcan un antes y un después. Esas circunstancias empiezan dándose a muy temprana edad pero es a medida que nos hacemos mayores cuando cada vez somos más conscientes de cómo y porqué algunas de ellas marcan un punto de inflexión en nuestra vida, modificando su rumbo.

Mis últimos años han sido un continuo suceder de esas circunstancias y a pesar de lo previsible de todo lo ocurrido, no han resultado fáciles.

Pensando en ello, no he podido evitar imaginarme al ser humano con una gran cantidad de brazos cuyas manos se van uniendo a lo largo de la vida a las manos de otras personas. Porque las circunstancias suceden pero lo que realmente determina el cambio provocado por ellas es el hecho de cómo estas afectan la relación de las personas implicadas.

A lo largo de estos últimos años hubo quién, sin quererlo, soltó mi mano que sigue tanteando el vacío buscando esa otra mano que aferró durante tantos años y que ya no está.

También hubo quién dejó de agarrar mi mano para colgarse de ella, descubriendo con asombro que no pesa.

Hubo quién, al notar mis manos flojas las asió con más fuerza, tirándo hacia delante. Y hubo quién, momentáneamente, me soltó la mano para pasar la suya por mi cintura y mantenerme firme.

Hubo quién, en un momento dado necesitó aferrarme tan fuerte que me hizo daño. Y, seguramente también hubo a quién, en un momento dado necesité aferrarme tan fuerte, que hice daño.

Hubo manos que empezaron a agarrarme con más fuerza y manos que dejaron de sujetarme con tanta intensidad.

Hubo quién buscó tímidamente mi mano y hubo quién poco a poco se desasió.

Hasta hubo quién me soltó bruscamente, dándome además un bofetón antes de cambiar de mano.

Por primera vez soy consciente de haber cambiado mucho como consecuencia de las circunstancias vividas a lo largo de estos años (tres? cuatro?) y, no precisamente para bien a ojos de muchas personas. Pero yo estoy más contenta conmigo y sospecho que esto no ha hecho más que empezar.

"¿Crisis? ¿Que crisis? Es la oportunidad de cambiar.
La evolución no es más que la respuesta de la naturaleza a la permanente crisis del planeta."
Carl Sagan (1934-1996). Astrónomo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

SE BUSCAN HEROES

La Vanguardia propone un concurso para encontrar "héroes cotidianos". Usando sus mismas palabras, busca rendir homenaje a "gente que se esfuerza, que decide, gente que influye, que lidera. Gente que lucha, que se apasiona. Gente que, por sus obras, por sus convicciones, por sus méritos como persona, por sus valores, merezca un homenaje".

La presentación de la candidatura no puede exceder las 10 líneas. Suficiente: los héroes de verdad no quieren ni sus hazañas requieren de grandes explicaciones.

Esta ha sido la mía, pero seguro que tambien puede ser la vuestra.

"Ya no se apasiona, no se esfuerza y no decide. Nunca lideró más allá de su casa. Pero luchó, luchó muchísimo para que tuviéramos un hogar en el que nada faltara, sobretodo cariño. Y lo consiguió, aún a costa de no llegar a vivir nunca su propia vida, cosa que tampoco echó de menos porque nadie le enseñó que esa era una opción.
Típico producto de un tiempo, la postguerra española, y un lugar, un pequeño pueblo de Andalucía, mi madre es una de tantas heroínas anónimas pertenecientes a ese gran grupo de mujeres que sin más recursos que mucho amor y mucha alegría, sobrevivieron a una época de muchos cambios y resultaron victoriosas, puesto que consiguieron su objetivo: una vida mejor para los suyos.
Hace un año y medio perdió a mi padre. Desde entonces, pobrecita, vaga triste por su vida incapaz de encontrar de nuevo el camino".