martes, 17 de noviembre de 2015

PURITAS ALTERADAS

Bilbao??? En noviembre???
Francamente la elección me cogió por sorpresa teniendo en cuenta que la mayor parte de nuestros fines de semana de recreo habían tenido como destino provincias de la cálida Andalucía. 
Pero si las Puritas solteras querían ir a Bilbao pues allá que nos iríamos, solo era cuestión de llevar más ropa y echar algún paraguas.
Y nos fuimos .... esta vez no todas ... y como siempre acompañadas de algún que otro quebradero de cabeza en vías de poder convertirse tanto en purita anécdota como en punto de inflexión en la vida de alguna.
Pero nos fuimos y lo que no empezó bien, mejoró al poner tierra de por medio.
Bilbao nos acogió con amabilidad, buen tiempo, buena comida .... y buenos mozos.
No necesitamos ni más ropa ni casi, casi paraguas y el escenario general contribuyó a diluir un malestar que se empeñaba en no dejarnos ni a sol ni a sombra.
Volvimos a disfrutar de nuestro tiempo de risas, confidencias y porque no, también discursiones, que de todo hay en la viña del Señor, cada vez más atrevidas y cada vez más íntimas, propias de personas que contra viento y marea y con el tiempo en contra luchan por conocerse mejor y mantener un espacio solo para ellas. 
Lo estamos consiguiendo, chicas!!! Prueba de ello es que ya pensamos con nostalgia en los días recién pasados y con ilusión en los muchos que nos quedan por pasar.

viernes, 7 de agosto de 2015

LA MEMORIA ESTÁ EN LOS BESOS

La memoria está en los besos es el título de un escrito sobre el Alzheimer que lleva tiempo sobre mi escritorio pero todavía no he sido capaz de leer. Lo leeré, sé que encontraré el valor para hacerlo pero hoy no lo he traído a la memoria por todo lo que dicho escrito conlleva para mí en estos momentos sino que ha sido una asociación de ideas la que me ha recordado tan preciosa frase, también para confirmarla, en un sentido mucho más alegre.

Resulta que yo recibí mi primer beso ... digamos de amor .... un día 5 de Agosto de hace muchos, muchos, muchos veranos. Como se suele decir, el primer amor nunca se olvida por lo que guardo un grato recuerdo del chico pero sobretodo de aquellas felices vacaciones que compartí con mis amigas del alma y con las que recreé durante muchos años después todo lo vivido aquel verano. Porque al chico le perdí la pista pero ellas siguen siendo, treinta y muchos años después, mis amigas del alma y quizás debido al hecho de que durante muchos años recordamos con la alegría y la ilusión de la adolescencia todo lo vivido aquel verano, yo recordé siempre la fecha de mi primer beso. Y debe ser por eso que casi todos los 5 de Agosto de mi vida he tenido unos minutos para ese recuerdo.

Pues bien, este año en la vorágine laboral de los últimos días antes de las vacaciones, el miércoles 5 de Agosto me encontré en bastantes ocasiones mirando con recelo el calendario de mesa de la oficina. Sabía que quería decirme algo pero no conseguía averiguar el qué y, con esa intriga latente, se me fue pasando el día. Incluso al día siguiente seguía dándole vueltas al hecho de no haber recordado porqué el día anterior había tenido esa constante sensación de olvido.

Y no ha sido hasta hoy, viernes 7 de Agosto que me he acordado del recuerdo que los años habían grabado en mi memoria pero que este año no conseguí recordar en su momento, el dia 5 de Agosto. Y si lo he recordado hoy, ha sido también gracias a una fecha ligada a un beso; porque fue un día 7 (no de Agosto sino de Noviembre) cuando mi marido me besó por primera vez.

Así que, es cierto .... la memoria está en los besos ....

lunes, 29 de junio de 2015

MI PRIMER ENCARGO

Hoy he realizado mi primer escrito por encargo. 


Alguien a quien aprecio y admiro mucho me ha pedido que exprese sus sentimientos ante la brillante licenciatura de su hija.


Difícil encargo para ser el primero: concretar en pocas palabras algo tan grande como el orgullo de unos padres.


Por supuesto, le he dedicado todo el esmero que la responsabilidad del encargo merecía, repasando y reescribiendo una y mil veces hasta que, por fin, me he sentido lo suficientemente satisfecha como para entregarlo. Dice así,




Querida hija,

En nuestro afán de que entiendas todo lo que sentimos en este momento, hemos pedido ayuda. Sí, hemos pedido ayuda porque nos faltan las palabras y nos rebosa el sentimiento: un enorme sentimiento de orgullo. 
Lo has conseguido, FELICIDADES!!! 
Y ni por un momento dudamos de que así sería. Tu esfuerzo, tu pasión y tus muchas noches robándole horas al sueño ya marcaban el camino hacia donde acabas de llegar. Y llegarás mucho más lejos, porque eres valiente, luchadora, tenaz y al mismo tiempo juiciosa.  
Pero nuestras felicitaciones no son sólo por lo que acabas de conseguir, eso te lo has ganado, ... vaya si te lo has ganado!. Nuestras felicitaciones quieren ir más allá rindiendo homenaje a TU ENTREGA. Una entrega que nos enorgullece, nos maravilla y hasta nos sobrecoge porque, a pesar de todo el sacrificio que has tenido que hacer para llegar hasta aquí, TÚ HAS SEGUIDO ESTANDO AHI, ofreciéndonos ese apoyo incondicional que, junto con tu hermano y siendo aún unos niños, nos ofreciste cuando más lo necesitábamos y que mantienes como si de un juramento de sangre se tratara. 
Gracias, hija. No hay palabras y tu madre y yo esperamos que te llegue el enorme sentimiento que contiene tanta simplicidad. 
Te mereces lo mejor y estamos seguros de que lo conseguirás. 
Nosotros queremos que sepas que, llegues donde llegues y por lejos que sea, llegaremos contigo: 
SIEMPRE a tu lado, apoyándote SIEMPRE.

Tus padres.


En este momento aún desconozco las reacciones que las letras escritas han suscitado más allá de mi propio orgullo porque alguien con quien compartes unos pocos momentos al día, asociados a una jornada laboral, en estos momentos bastante impersonal, te haga un encargo como éste, un encargo basado en las muchas confidencias compartidas fruto de una confianza sin reparos.


No sé si el futuro me deparará alguna operación financiera asociada a mi gusto por escribir pero, en el caso de que así fuera, estoy segura de que nunca me sentiré tan bien pagada como en esta ocasión.

miércoles, 3 de junio de 2015

NUESTRO VIAJE

Era el segundo trayecto de vuelta a casa que hacíamos juntos.
Habíamos empezado compartiendo aula, después apuntes, más tarde asiento y ahora compartíamos vagón con un montón de testigos del sentimiento que, aún sin darnos cuenta, ya empezábamos a compartir.
De pronto me invadió un calor intenso e intuí que, en aquel vagón acababa de iniciar un viaje que compartiría contigo. No sabía entonces cuan largo sería ni hacia donde me llevaría.
Lo cierto es que hoy cumplimos 20 años viajando juntos y, a juzgar por lo interesante del trayecto, no tengo prisa en llegar a destino.

"Le dije: haz conmigo lo que quieras ... y me hizo feliz" 

domingo, 10 de mayo de 2015

FIN DE SEMANA .... DE PELICULA!

Acabo de pasar un fin de semana de película y no solamente porque he estado en Tossa de Mar, el pueblecito que fue asombrado testigo del triángulo amoroso Cabré-Gadner-Sinatra, durante el rodaje de la película Pandora y el holandés errante allá por los años 50, sino porque durante todo el fin de semana he hecho continuas asociaciones a películas de las que guardo un grato recuerdo.

Todo empieza el viernes por la noche cuando llegamos al hotel reservado por Internet. Sé por los comentarios de otros huéspedes que se trata de un hotel viejo, falto de una buena restauración (aquí es cuando empieza la involuntaria asociación a títulos cinematográficos), pero su ubicación frente a la Playa Grande de Tossa, las vistas al castillo desde la terraza de la habitación y su precio más que asumible, vencen cualquier tipo de reserva en cuanto al más que probable mal (o pésimo) estado de la misma. A fin de cuentas, seguro que en peores habitaciones hemos dormido y al menos ésta tiene vistas al mar.

Llegamos a Tossa y, Javier se marcha a buscar aparcamiento mientras yo entro en el hotel, no por la entrada principal en el Paseo Marítimo en obras en ese momento sino por la parte de atrás, a través de una mezcla entre restaurante y bar de copas llamado La Gruta. Pues bien, la decoración de La Gruta hace honor a su nombre pero estilo años 80 y es el típico local de cualquier película de Mariano Ozores en la época del destape aunque se abre a un destartalado pero encantador patio interior lleno de mesas, bastante vacío en ese momento.

Mi mente confirma el título que me vino a la mente al hacer la reserva por Internet y en mi boca aparece una plácida sonrisa.

Sola ante la puerta del ascensor y, con la llave de la habitación en la mano, me invade una intensa alegría porque, además, acabo de caer en la cuenta de que voy a vivir en solitario un momento trascendente.

Con los años, abrir la puerta de una desconocida habitación de hotel se ha convertido en un momento de secreta expectación para mí. Normalmente, mientras Javier ejecuta la maniobra, yo espero con la respiración contenida ansiosa por ver como será "mi casa" de las próximas horas o de los próximos días. Una vez abierta la puerta, adelanto a mi marido con mal disimulada impaciencia, en mi afán de satisfacer el deseo de inspeccionar hasta el ultimo detalle.

Pues bien, esta vez, a no ser que Javier tenga mucha suerte con el aparcamiento, la experiencia va a ser de lo más íntima. Que emoción!!!

El ascensor se abre frente a un pasillo interminable tipo al de la película El resplandor, ... mal empezamos!. Este es algo más estrecho y a uno de sus lados no tiene puertas de habitaciones sino ventanas que dan al patio interior que acabo de atravesar. Como no deseo compañía y mucho menos la de dos niñas de dudoso espectro, aprieto el paso y me concentro en localizar mi habitación.
Y ahí está! La 223. Sola frente a la puerta disfruto del momento, respiro hondo, meto la llave en la cerradura y con unos cuantos golpes abro una puerta bastante endeble pero hinchada.

Rápidamente doy la luz y .... ante mí aparece una de las habitaciones más encantadoramente cutres que he pisado (y he pisado muchas). Es enorme y destartalada, con las paredes blancas, muy blancas, recién pintadas pero desconchadas y unos muebles rabiosamente modernos ... allá por los 80, tal vez, en color blanco y naranja. Ni un solo cuadro en las paredes y una televisión del tamaño de un sobre de carta a los pies de la cama. El baño, reformado en una línea muy, pero que muy, austera está muy limpio, como el resto de la pieza. Aún con la respiración contenida, corro las cortinas y ahí está.... la amplia terraza que se abre a un mar que ahora no veo pero que oigo y huelo y al castillo, iluminado a esta hora de la noche. Precioso!!!!

Comunico por Whassapp a Javier, a mis hermanas y a mis amigas (los confidentes de mi vida) el feliz hallazgo, documentado con las fotografías correspondientes y ahora sí, relajo la respiración y me siento plácidamente en la terraza como si me encontrara en EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD, una de mis películas favoritas, porque a la mediterránea, pero el hotel Rovira de Tossa es esa clase de hotel.

Llega Javier, y como yo, cae rendido a los decadentes encantos de la habitación aunque se enamora perdidamente de la terraza hasta el punto que debo recordarle que es tarde y tengo hambre, así que lo arrastro hasta la puerta y nos vamos a cenar.

Tossa está bastante vacía y, a riesgo de que a esas horas nos quedemos sin cenar si empezamos a curiosear las cartas de los restaurantes, nos metemos en el primero que nos da buen rollo. No nos engaña la intuición y cenamos correctamente pero con el último bocado aún en la garganta, el cansancio del día se apodera de nosotros y decidimos dejar para el día siguiente la obligada subida al castillo.

Y así, de vuelta a nuestra encantadora habitación y, satisfecha de la vida, me dispongo a dormir porque mañana, al más puro estilo Mamma Mía, Nuri y yo vamos a casar a la hija de nuestra mejor amiga.

Amanece un día radiante y vestidos para la ocasión nos reunimos con Nuri y su familia al pie de la estatua de Minerva. Inmortalizamos el momento con algunas fotos y, en pocos minutos, estamos ya mezclados entre los invitados buscando ansiosas a nuestra amiga a la que no reconocemos a primera vista tal vez porque nunca la hemos visto en el papel que hoy va a desempeñar....ni tan elegante!

Mada, la madre de la novia no es Donna aunque no me cuesta ningún trabajo imaginarla en el papel y por supuesto Nuri no es Rosie ni yo, Tanya. Probablemente Nuri es la que menos encajaría en la comparación ....

La boda es sencillamente perfecta y no me refiero únicamente a la ceremonia en la playa ni a la celebración, también a orillas del mar. Me refiero a que el amor está en todas partes, se nota en los muchos detalles que los novios han previsto a fin de que éste sea para todos un día especial y no puedo dejar de recordar algunos de los momentos que nos han llevado a este día empezando con aquel en el que Mada nos contó que estaba embarazada de Raquel, hoy la novia, y que coincidió precisamente con el día de mi boda.

Hoy ella es una madre que rebosa orgullo y Nuri y yo estamos a su lado disfrutando de verla tan feliz.
Lo dicho ... al más puro estilo Mamma Mía!

A las 10 de la noche, Javier y yo nos retiramos con intenciones de relajar la intensidad del día en la obligada subida al castillo. Por supuesto, cumplimos con el ritual de llegar hasta la estatua de Ava Gadner, el animal más bello del mundo, y nos perdemos entre la gente disfrutando de una de las primeras noches de verano.

Al día siguiente desayunamos en el precioso comedor del hotel que más que un comedor de hotel parece una confitería de principios de siglo y cerramos tan intenso fin de semana con una tranquila mañana de playa antes de regresar a casa.

Camino al mar y puesto que Tossa no deja de ser un pueblo, nos encontramos nuevamente a familiares e invitados a la boda, incluso a los novios y a sus padres, ya no tan elegantes pero igualmente felices. Parece ser que la boda ha sido la excusa para que la mayoria de los invitados disfrutemos de un fin de semana que ojalá que para todos haya sido como para mí... de película!.

lunes, 2 de febrero de 2015

SEVILLA

Este año nuestra consigna era: descansar hasta que tuviéramos la necesidad de hacer algo, reir hasta que nos doliese la tripa, cotorrear hasta que tuviéramos la boca seca y soñar, soñar y soñar......hasta perder de vista alguna que otra realidad.

Nuestro fin de semana de desconexión anual se había hecho esperar por causas de fuerza mayor pero, con unos meses de retraso, desafiando al viento y al frío, ya estábamos otra vez camino de un nuevo destino, desde Barcelona, desde Gerona y desde Granada.

Quizás por eso, este año, por fin, íbamos a Sevilla, ciudad alegre y desenfada, tranquila y dicharachera, amable y acogedora.

Pero quizás también por eso, tardamos más en conectar con la desconexión.

Y aunque no descansamos cuanto hubiéramos querido ni reímos lo que hubiéramos necesitado ni cotorreamos más de lo imprescindible ni la desconexión nos alcanzó esta vez para soñar, sí volvimos a convivir durante unas horas lejos de toda responsabilidad.

Y es precisamente por eso, porque Sevilla se nos ha quedado corta que este año vamos a necesitar más. Aún no sabemos donde ni cuando pero donde sea y cuando sea, el objetivo seguirá siendo descansar, reir, cotorrear y, por supuesto, soñar!

viernes, 23 de enero de 2015

LEE EN SILENCIO, SOLO PARA TI ...

(Nota adjunta a un libro que contiene el regalo de Víctor en su 17 cumpleaños)

Al final de este libro dos secretos hallarás: uno fácil que rápidamente encontrarás y otro que, solo si lo lees, entero y con detenimiento, descubrirás.
Uno es efímero y pronto gastarás. El otro siempre irá contigo y nunca agotarás.
Ambos son tuyos y lo que hagas con ellos solo de tu buen juicio dependerá.
Pero piensa que aunque no tienen porqué ir unidos, cuanto más te  procures del segundo, más del primero disfrutarás.