Resulta que yo recibí mi primer beso ... digamos de amor .... un día 5 de Agosto de hace muchos, muchos, muchos veranos. Como se suele decir, el primer amor nunca se olvida por lo que guardo un grato recuerdo del chico pero sobretodo de aquellas felices vacaciones que compartí con mis amigas del alma y con las que recreé durante muchos años después todo lo vivido aquel verano. Porque al chico le perdí la pista pero ellas siguen siendo, treinta y muchos años después, mis amigas del alma y quizás debido al hecho de que durante muchos años recordamos con la alegría y la ilusión de la adolescencia todo lo vivido aquel verano, yo recordé siempre la fecha de mi primer beso. Y debe ser por eso que casi todos los 5 de Agosto de mi vida he tenido unos minutos para ese recuerdo.
Pues bien, este año en la vorágine laboral de los últimos días antes de las vacaciones, el miércoles 5 de Agosto me encontré en bastantes ocasiones mirando con recelo el calendario de mesa de la oficina. Sabía que quería decirme algo pero no conseguía averiguar el qué y, con esa intriga latente, se me fue pasando el día. Incluso al día siguiente seguía dándole vueltas al hecho de no haber recordado porqué el día anterior había tenido esa constante sensación de olvido.
Y no ha sido hasta hoy, viernes 7 de Agosto que me he acordado del recuerdo que los años habían grabado en mi memoria pero que este año no conseguí recordar en su momento, el dia 5 de Agosto. Y si lo he recordado hoy, ha sido también gracias a una fecha ligada a un beso; porque fue un día 7 (no de Agosto sino de Noviembre) cuando mi marido me besó por primera vez.
Así que, es cierto .... la memoria está en los besos ....