lunes, 29 de junio de 2015

MI PRIMER ENCARGO

Hoy he realizado mi primer escrito por encargo. 


Alguien a quien aprecio y admiro mucho me ha pedido que exprese sus sentimientos ante la brillante licenciatura de su hija.


Difícil encargo para ser el primero: concretar en pocas palabras algo tan grande como el orgullo de unos padres.


Por supuesto, le he dedicado todo el esmero que la responsabilidad del encargo merecía, repasando y reescribiendo una y mil veces hasta que, por fin, me he sentido lo suficientemente satisfecha como para entregarlo. Dice así,




Querida hija,

En nuestro afán de que entiendas todo lo que sentimos en este momento, hemos pedido ayuda. Sí, hemos pedido ayuda porque nos faltan las palabras y nos rebosa el sentimiento: un enorme sentimiento de orgullo. 
Lo has conseguido, FELICIDADES!!! 
Y ni por un momento dudamos de que así sería. Tu esfuerzo, tu pasión y tus muchas noches robándole horas al sueño ya marcaban el camino hacia donde acabas de llegar. Y llegarás mucho más lejos, porque eres valiente, luchadora, tenaz y al mismo tiempo juiciosa.  
Pero nuestras felicitaciones no son sólo por lo que acabas de conseguir, eso te lo has ganado, ... vaya si te lo has ganado!. Nuestras felicitaciones quieren ir más allá rindiendo homenaje a TU ENTREGA. Una entrega que nos enorgullece, nos maravilla y hasta nos sobrecoge porque, a pesar de todo el sacrificio que has tenido que hacer para llegar hasta aquí, TÚ HAS SEGUIDO ESTANDO AHI, ofreciéndonos ese apoyo incondicional que, junto con tu hermano y siendo aún unos niños, nos ofreciste cuando más lo necesitábamos y que mantienes como si de un juramento de sangre se tratara. 
Gracias, hija. No hay palabras y tu madre y yo esperamos que te llegue el enorme sentimiento que contiene tanta simplicidad. 
Te mereces lo mejor y estamos seguros de que lo conseguirás. 
Nosotros queremos que sepas que, llegues donde llegues y por lejos que sea, llegaremos contigo: 
SIEMPRE a tu lado, apoyándote SIEMPRE.

Tus padres.


En este momento aún desconozco las reacciones que las letras escritas han suscitado más allá de mi propio orgullo porque alguien con quien compartes unos pocos momentos al día, asociados a una jornada laboral, en estos momentos bastante impersonal, te haga un encargo como éste, un encargo basado en las muchas confidencias compartidas fruto de una confianza sin reparos.


No sé si el futuro me deparará alguna operación financiera asociada a mi gusto por escribir pero, en el caso de que así fuera, estoy segura de que nunca me sentiré tan bien pagada como en esta ocasión.

miércoles, 3 de junio de 2015

NUESTRO VIAJE

Era el segundo trayecto de vuelta a casa que hacíamos juntos.
Habíamos empezado compartiendo aula, después apuntes, más tarde asiento y ahora compartíamos vagón con un montón de testigos del sentimiento que, aún sin darnos cuenta, ya empezábamos a compartir.
De pronto me invadió un calor intenso e intuí que, en aquel vagón acababa de iniciar un viaje que compartiría contigo. No sabía entonces cuan largo sería ni hacia donde me llevaría.
Lo cierto es que hoy cumplimos 20 años viajando juntos y, a juzgar por lo interesante del trayecto, no tengo prisa en llegar a destino.

"Le dije: haz conmigo lo que quieras ... y me hizo feliz"