jueves, 24 de octubre de 2013

Y YA VAN TRES ......

Hay un  texto que corre por Internet, en ocasiones unido a una graciosa imagen, que dice lo siguiente:

“Dicen que las buenas amigas pueden pasar largos periodos de tiempo sin hablar y sin verse y que nunca cuestionan su amistad. Esta clase de amigas enseguida se ponen al día como si hubieran hablado el día anterior, sin tener en cuenta el tiempo que hacía que no se veían o lo lejos que viven una de la otra."

Personalmente pienso que la amistad es algo bastante más profundo, que se forja poco a poco a base de pequeños (o grandes) detalles, de pequeñas (o grandes) acciones que llevan a que un día te des cuenta de que tienes la suerte de tener a tu lado a personas que han luchado, contigo y por ti, para poder compartir todo aquello que significa la palabra amistad. Personas que por supuesto no son perfectas y que probablemente, en alguna ocasión, te sacarán de quicio pero que, por encima de todo, son grandes personas y ya no concibes ninguna circunstancia importante en tu vida que no compartas con ellas.


Aún así, lo que dice la cita me parece un buen punto de partida para forjar una amistad. Y apropiada en nuestro caso ya que corre por Internet e Internet fue lo que, después de 35 años, hizo posible que nos volviéramos a encontrar. Además, entre nosotras se cumplió a rajatabla: no nos sentimos como extrañas, aunque lo éramos, y nos pusimos al día como si hubiéramos mantenido un contacto regular a lo largo de estos años. 

Y ya hemos cumplido nuestro tercer año de contacto ininterrumpido. Y, nuevamente, lo hemos celebrado con un fin de semana solo para nosotras, esa cita a la que nos hemos hecho el firme propósito de no faltar a no ser que las responsabilidades contraídas durante esos 35 años nos lo impidan, cosa que desgraciadamente hacen.

Porque nos lo merecemos. Porque nos esforzamos en mantener viva nuestra relación a pesar de no tenerlo fácil: no vivimos cerca, tenemos otras relaciones que atender, nuestros carácteres son muy dispares y estamos en un momento de nuestras vidas en el que, demasiado a menudo, razones de fuerza mayor reclaman nuestro tiempo y nuestra dedicación.

Porque, aunque a lo largo del año nos veamos en tan pocas ocasiones que se pueden contar con los dedos de una mano, procuramos mantener un contacto regular para hacer de nuestra relación algo inquebrantable cuyas bases se establecieron hace muchos, muchos años. A estas alturas, todas conocemos realmente el valor de la amistad  y no queremos dejar pasar esta ocasión conscientes de la gran oportunidad que la vida nos ha ofrecido al encontrarnos de nuevo.

Málaga ha sido esta vez el destino escogido, una ciudad que, aunque no pasaba de ser un mero punto de encuentro, nos invitó a conocerla mejor. Un punto de encuentro escogido por comodidad pero al que todas esperamos regresar. En definitiva, como nuestro encuentro hace 35 años, algo sin expectativas que se nos ha revelado como una cálida y agradable perspectiva.

Y, de nuevo, a muchos kilómetros de nuestras responsabilidades, entre risas, pescaitos, bailes, cantos y copitas, hemos compartido chismes, confidencias y opiniones. Sin reparos, como niñas, y respetando nuestras diferencias como adultas. 

jueves, 16 de mayo de 2013

ABRAZOS

Siempre he necesitado el contacto físico. Me gusta abrazar, ser abrazada, tocar a las personas cuando hablo con ellas o incluso hacerlo sin ningún motivo aparente más allá del mero placer de sentir ese contacto, y no puedo remediar que me choque la gente que no es así.

Con los años se pierden y se ganan muchas cosas. Concretamente en mi caso y, sobre el tema que nos ocupa, ha disminuido mi sentido del ridículo y he ganado espontaneidad a la hora de hacer las demostraciones de afecto que me apetecen, cuando me apetecen, así que, sin darme cuenta, he ido instalando en mi rutina diaria la costumbre de abrazar a una de mis compañeras de trabajo.

Ella sube a tomar un café más o menos a la hora que yo llego y habitualmente coincidimos. Nos conocemos desde hace muchos años y, a pesar de que no hemos tenido mucho contacto, siempre ha existido entre nosotras una "atracción" especial con la que últimamente nos divierte jugar a la ambiguedad (otra de las prerrogativas de nuestra edad y de nuestro, cada vez más sensato y comedido, sentido del ridículo). Este ritual matutino tiene lugar, generalmente, delante de algunos compañeros de trabajo, varones, que por supuesto, bromean al respecto.

Cuando era pequeña me entusiasmaba el albúm "El Porqué de las cosas", de Bimbo y me pasaba horas leyendo lo que más tarde me explicarían en el colegio. Hace tiempo que mis años de colegio, instituto y universidad quedaron atrás pero, afortunadamente, no he perdido la curiosidad así que he pasado de ser una adicta a las enciclopedias para pasar a ser una adicta a internet y en mi interés por conocer sobre la necesidad del contacto físico, he encontrado mucho, mucho, mucho y muy interesante. He aquí un resumen de lo que (creo) he logrado entender:

"Una de las cosas que mejor sientan al cuerpo y al espíritu es un abrazo.
El fundamento científico del alto poder terapéutico del abrazo se basa en que el acto de abrazar estimula el flujo de oxitocina (tambien llamada hormona del apego o de los mimosos). La oxitocina parece estar involucrada, entre otras cosas, en el reconocimiento y el establecimiento de relaciones sociales así como en la formación de relaciones de confianza entre las personas.
Parece ser que las mujeres son más propensas a segregar oxitocina que los hombres lo que explicaría porqué las mujeres gustan de pasar tiempo con amigas y porqué les gusta tanto ser abrazadas constantemente.
Para que un abrazo produzca oxitocina suficiente en una mujer debe durar cuanto menos 1 minuto y tiene que ser tranquilo, no como los que se dan los hombres con palmadas o golpecitos en la esplada. Las mujeres no abrazan así, incluso hasta nos mecemos al abrazarnos (¡parece que no es solo cosa nuestra, Montse!); a los varones esta cercanía les pone nerviosos.
Con el abrazo, además se activa la liberación de serotonina y dopamina, por lo que experimentamos una agradable sensación de bienestar, relajación, armonia, plenitud y calidez."

En resumen, un abrazo nos proporciona un “chute” de sustancias que provocan un montón de sensaciones agradables que además tienen una repercusión positiva en nuestra salud física y mental.

Siendo así, Montse, sólo me queda añadir que a partir de ahora, nuestros abrazos han de durar un poco más para nuestro propio beneficio......  y el regocijo de nuestros compañeros.

Si supiera que ésta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más ..... Gabriel García Márquez (1927). Escritor.

 

miércoles, 23 de enero de 2013

FELICIDADES, MI NIÑO!

Hoy hace 15 años era viernes y yo había cogido el día de fiesta para estar junto a tus padres en el momento en que nacieras: bueno yo y toda la familia. Pero supongo que como fuera hacía un frio del carajo y tú ya empezabas a conocernos, decidiste continuar calentito dentro de tu madre un ratito más.

Así que yo me fui a la peluquería.

Parece ser que cuando intentaron que salieras tuvieron que echar mano de lo divino y de lo humano y probablemente ese fue el momento, cuando aún te encontrabas a medio camino de lo humano, en que fuiste dotado con dones divinos. Naciste guapo, gracioso y listo como tu tía Ana ..... no se cansaba (ni se cansa, ni se cansará) de repetirte, pero además naciste cariñoso, generoso e inteligente.

No sé si los 15 son un número especialmente significativo para tu generacion. Para la mía representaban dejar atrás definitivamente la niñez.

Tú siempre serás mi niño pero no por ello dejo de reconocer que, ya antes de los 15, te has convertido en una persona muy, pero que muy interesante.

Alto ahí! No te pavonees que hasta ahora lo has tenido muy fácil. La naturaleza y los astros se configuraron en el momento de tu nacimiento para ofrecerte sus dones más preciados pero, si así lo hicieron, debe ser por algo.

Ahora quizás no te lo parezca pero el tiempo pasa muy deprisa y estás en deuda con esa naturaleza que ha sido tan generosa contigo así que aprovecha tus dones y aprende, de los libros, de la gente, ..... de la vida en general, para que poco a poco te vayas convirtiendo en la gran persona que ya apuntas.

Deseo que hayas tenido un dia muy feliz que sólo haya sido la antesala de una vida maravillosa.

Te quiere,

Tu tía Ana