martes, 11 de diciembre de 2012

DANCING QUEEN

Otra cosa más que he aprendido al llegar a los 50: porqué todas las adolescentes americanas se mueren por ser las reinas del baile.

El sábado, yo fui la reina del baile. Se celebraba una parte de mi vida y, ya que la fecha no pudo ser una sorpresa, aproveché la circunstancia para vestirme, pintarme, peinarme y sobretodo calzarme (que dolor, que dolor! - lease al ritmo de la Carrá -) como la ocasión lo merecía.

Estaba nerviosa, muy nerviosa. Como una adolescente. Porque que esté en facebook o tenga un blog no significa que crea tener 16 años pero, por suerte, puedo sentirme como si los tuviera sin necesidad de las redes sociales, una perfecta combinación digna de mis 50 que me permitió disfrutar la noche con intensidad.

Porque, a diferencia de una adolescente, yo sí llevaba del brazo a mi príncipe habiendo aceptado ya que a veces es azul y a veces no, pero segura de que, independientemente del color que tome, él es mi príncipe.

A diferencia de una adolescente, consideraba divinas a todas las mujeres que estábamos en la sala prescindiendo de su edad, su ropa, su pelo, su peso, sus dioptrías, su celulitis o sus manchas en la piel.

A diferencia de una adolescente, mi  interés por los hombres de la sala no tenía nada que ver con las hormonas.

Y, a diferencia de una adolescente, entré sabiendo donde pisaba a pesar de no tener ni idea de lo que me esperaba.

Como os dije el sábado, después de tan divertida, emotiva y entrañable sesión de fotos, quizás, en algún momento de esa parte de mi vida que se celebraba, llevada por la soberbia, me quejé pensando que merecía lo mejor. Hace tiempo, mucho tiempo que no lo hago porque soy consciente de que lo tengo. Sé que seguramente no lo merezco pero por algún extraño capricho del destino, lo tengo. Tengo lo mejor y que vosotros me acompañarais en un día tan especial lo confirma. Afortunadamente, hace tiempo que me siento la reina de mi propio baile pero haber llegado hasta aquí no tendría sentido ni lo hubiera conseguido sin vosotros.

Bueno y malo, todos tenemos mucho que enseñar y mucho que aprender. El hecho de que yo lleve haciendolo con las mismas personas durante tantos años quiere decir que sois gente muy, pero que muy interesante.Y esto vale para los que estuvieron, y para los que no, para los que quisieron y no pudieron, y para los que, aunque no vimos, sí estuvieron.

Gracias a todos por estar en mi camino! Seguimos a por los próximos 50? Como dijo mi hermanita en un momento de la fiesta, "ahora,con taca taca, .... ¡se llega a todas partes!"

Vamos por ellos!

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