lunes, 28 de diciembre de 2009

MI CRISIS PARTICULAR

Hay circunstancias en la vida que nos marcan un antes y un después. Esas circunstancias empiezan dándose a muy temprana edad pero es a medida que nos hacemos mayores cuando cada vez somos más conscientes de cómo y porqué algunas de ellas marcan un punto de inflexión en nuestra vida, modificando su rumbo.

Mis últimos años han sido un continuo suceder de esas circunstancias y a pesar de lo previsible de todo lo ocurrido, no han resultado fáciles.

Pensando en ello, no he podido evitar imaginarme al ser humano con una gran cantidad de brazos cuyas manos se van uniendo a lo largo de la vida a las manos de otras personas. Porque las circunstancias suceden pero lo que realmente determina el cambio provocado por ellas es el hecho de cómo estas afectan la relación de las personas implicadas.

A lo largo de estos últimos años hubo quién, sin quererlo, soltó mi mano que sigue tanteando el vacío buscando esa otra mano que aferró durante tantos años y que ya no está.

También hubo quién dejó de agarrar mi mano para colgarse de ella, descubriendo con asombro que no pesa.

Hubo quién, al notar mis manos flojas las asió con más fuerza, tirándo hacia delante. Y hubo quién, momentáneamente, me soltó la mano para pasar la suya por mi cintura y mantenerme firme.

Hubo quién, en un momento dado necesitó aferrarme tan fuerte que me hizo daño. Y, seguramente también hubo a quién, en un momento dado necesité aferrarme tan fuerte, que hice daño.

Hubo manos que empezaron a agarrarme con más fuerza y manos que dejaron de sujetarme con tanta intensidad.

Hubo quién buscó tímidamente mi mano y hubo quién poco a poco se desasió.

Hasta hubo quién me soltó bruscamente, dándome además un bofetón antes de cambiar de mano.

Por primera vez soy consciente de haber cambiado mucho como consecuencia de las circunstancias vividas a lo largo de estos años (tres? cuatro?) y, no precisamente para bien a ojos de muchas personas. Pero yo estoy más contenta conmigo y sospecho que esto no ha hecho más que empezar.

"¿Crisis? ¿Que crisis? Es la oportunidad de cambiar.
La evolución no es más que la respuesta de la naturaleza a la permanente crisis del planeta."
Carl Sagan (1934-1996). Astrónomo.

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